La Navidad es un periodo de reuniones y celebraciones familiares. Se trata de una época mágica, donde un espíritu y ambiente diferente parecen adentrarse en cada hogar. Amigos, familiares y compañeros son los protagonistas indiscutibles de estas fechas.

Sin embargo, aunque no muy extendida, existe una práctica que, poco a poco, va ganando adeptos. Muchos peregrinos deciden hacer el Camino de Santiago en esta época tan diferente. Con la llegada del nuevo año, movidos por diferentes motivos, vencen a las inclemencias meteorológicas y a la soledad para dejar paso a la reflexión del año que concluye, así como la fijación de las metas del venidero. Se trata, al fin y al cabo, de vivir la Navidad de una forma diferente que hará valorar posteriormente más el ambiente familiar.

El frío, la lluvia o las nevadas, entre otros, no son ningún impedimento para lograr la meta señalada. El Camino se convierte en un espacio y tiempo de soledad, reflexión, intimidad. El silencio te acompañará en cada etapa, tan solo roto por el sonido de las pisadas en la nieve. La hospitalidad de los pueblos llegará a lo más profundo de tu corazón.

Elegir el invierno como estación para llegar hasta Santiago de Compostela no es ninguna temeridad si se toman las precauciones adecuadas. Una de ellas, importante, es la planificación. Conocer las condiciones climáticas que nos acompañarán, los albergues que permanecen abiertos en diciembre y enero, las rutas transitables, los posibles desvíos por nieve…

Ventajas del invierno

Si el frío o la nieve te hacen dudar, piensa en los madrugones que no tendrás que dar, ya que amanece más tarde. Pasarás más tiempo en albergues o tabernas que caminando, ya que las horas de sol son escasas. Esto te permitirá conocer a los lugareños, sus tradiciones y su cultura.

Además, no deberás hacer el recorrido con prisas. Tómate tu tiempo, disfruta del paisaje, del momento. La escasez de peregrinos harán de encontrar alojamiento una tarea muy sencilla.

Ten en cuenta…

• Lo principal, además de recopilar la máxima información posible antes de salir y hacerte con guías y mapas, es conseguir una mochila en la que meter todos aquellas cosas imprescindibles. Al contrario que en verano, las prendas son más gruesas, por lo que deberá contar con mayor capacidad.
• Mete varias prendas térmicas.
• No te olvides de hacerte con una chaqueta cortavientos.
• No escatimes en botas. Busca unas que no dejen pasar el agua y que te permitan caminar por la nieve.
• Lleva también unas zapatillas de deporte.
• Equípate con un buen gorro, una bufanda y unos guantes (si son de esquiar, mejor).
• Como permanecer seco será de uno de tus principales retos, lleva varias piezas impermeables para colocar sobre la ropa que vistas.

Como consejo, disfruta. Vive una Navidad diferente, única.

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